CUIDA LOS MONTES O SE PERDERAN LOS PLACERES

jueves, 11 de junio de 2020

OXÍGENO NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY, SEÑOR


por Marco A. Saldaña Hidalgo*

Y un día el maldito virus se apoderó de nuestros sueños y esperanzas, manteniéndonos en vilo, congelados y en cautiverio. Ahora que escribo estas líneas, los casos en San Martín aumentaron exponencialmente y la desesperación cunde en las familias y, particularmente, en la de los infectados. La demanda de oxígeno medicinal ha crecido enormemente para pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).  Y nuestro sistema de salud, desprovisto y sin personal suficiente, ya no tiene capacidad de respuesta.
Llegamos a este extremo y en las siguientes líneas expongo algunas de las razones que han hecho más crítica el manejo de la emergencia por COVID-19 en la región San Martín.

La falta de previsión y de prevención
El 06 de marzo se confirma el primer caso de Corona virus en el Perú y en  San Martín el 16 del mismo mes; en tanto, el 31 de marzo se produjo el primer fallecimiento en Tarapoto de un paciente procedente de Moyobamba. Se escucharon muchas voces, principalmente de médicos señalando las carencias y recomendando las medidas a adoptar.  Entonces se debió haber tomado las medidas de previsión a fin de anticipar el riesgo de contagio o detectar con antelación los peligros del virus. También se pudo adoptar medidas de prevención, ya el riesgo estaba comprobado, con prontitud: plantas de oxígeno, implementos de protección personal, recursos humanos, estrategias de control en los principales focos de contagio.
El 15 de mayo, el GORESAM pública una nota de prensa anunciando que San Martín es la primera región amazónica en destinar recursos propios para enfrentar el COVID-19. ¿Para qué? Se dejó pasar todo abril para aprobar modificaciones presupuestales y orientar el gasto para atender la emergencia sanitaria. Al parecer no hubo una planificación que pusiera en primer orden las prioridades para enfrentar la pandemia. El anuncio sirvió para la tribuna y para alimentar el ego.

El sistema administrativo burocrático
Si bien se necesita justificar el gasto, pero en una situación de emergencia se deben acortar plazos y abreviar  procedimientos administrativos. Sin embargo, en la práctica esto no ocurre y estamos lejos del concepto de la nueva gestión pública centrada en los valores de la eficiencia, la eficacia y la transparencia. Y las trabas burocráticas provienen, muchas veces, desde el gobierno central. Imagínense que para aprobar el presupuesto de mantenimiento de las plantas de oxígeno se requieren cumplir con una serie de procedimientos administrativos, no hay criterio para responder oportunamente frente a las situaciones de emergencia. Esto confirma también que la modernización del Estado estuvo al servicio de un modelo económico sin rostro social.  

Las iniciativas ciudadana fueron tomadas como competencia
El 20 de mayo la iglesia católica, en coordinación con la organización Manos Unidas inició la campaña “Somos San Martín” cuya meta era recaudar un millón de soles para la compra de una planta de producción de oxígeno medicinal, medicamentos y alimentos para pacientes con COVID-19 y sus familiares. La iniciativa fue rescatable y oportuna, sin embargo Pedro Bogarín lejos de apoyar el proyecto y promover la participación ciudadana, y muy a su estilo, le restó importancia y anunció  que comprarán plantas nuevas para el Hospital de La Banda de Shilcayo, Moyobamba y Tocache y en Tarapoto realizarán el mantenimiento de la planta existente. Además manifestó que el Hospital de Tarapoto tiene suficiente oxígeno para garantizar el suministro por 45 a 60 días. Las declaraciones del gobernador regional, desde luego, generaron complacencia en la ciudadanía que dejó de colaborar con el noble gesto de la Iglesia Católica y Manos Unidas. 

Hoy (ayer), al terminar la tarde, las redes sociales se llenaron de anuncios desesperados de familiares pidiendo con auxilio oxígeno  medicinal para tratar a sus pacientes que se encuentran con ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La demanda de esta mezcla de gases ha crecido enormemente, pues el suministro necesario es de cuatro balones de diez centímetros cúbicos por paciente. Se registran ya los primeros fallecidos por carencia de este elemental insumo, y nos queda implorar  ¡oxígeno nuestro, dánoslo hoy, Señor! 

* Marco Saldaña es docente de la Institución Educativa Virgen Dolorosa, con estudios en Políticas Educativas y Desarrollo Regional, Gestión Pública, Innovación Pedagógica y Gestión de Centros Educativos

1 comentarios:

Genaro Chinchay Montenegro dijo...

Un buen post, las autoridades en su interés de darse los grandes salvadores mas que actuar y trabajar duro por estos días.
Me da mucha pena que quieran tapar el sol con un dedo.

Esperemos que salgamos todos juntos de esto y poner de nuestra parte no solo esperar a las autoridades, ellos nos dicen no salgamos por temas que no valgan la pena, bendiciones.