Por Groder Torres Trigozo
Hace
unos días, la Asociación de Cooperativas Agrarias de la Amazonia “Verde
Amazónico” ha circulado por correo electrónico un pronunciamiento. El gremio de
los productores de cacao de la región San Martín en este pronunciamiento no
hace más que desnudar su soledad en su interés de llevar al centro del debate
la asociatividad y el desarrollo del sector.
Por
otro lado está el Gobierno Regional de San Martín, con su Gerente Regional de
Desarrollo Económico Ing° Fernando Grández Veintemilla; obsesionado con formar
grandes cooperativas a nivel regional que se encarguen de toda la
comercialización de la producción y una tenaz persistencia en no mirar la
riqueza organizativa de los productores.
Así
como suena, da la impresión que las grandes cooperativas estarán conformadas
por empresarios, negociantes y no por pequeños productores que se encuentran en
la punta del cerro, escasos de experiencia, sin acceso a financiamiento, con
poca información.
Insisto, se debe tomar en cuenta a las 18 socias de “Verde Amazónico”; asociaciones y
cooperativas que se encuentran extendidas en toda la región. Organizaciones de
productores que pueden ayudar a sumar en la tarea de desarrollar la
asociatividad y para mejorar la presencia del productor en la cadena de valor
del cacao.
El
cooperativismo que quiere aplicar el actual Gerente Regional de Desarrollo
Económico me parece corto. Ya dije, no porque dos cooperativas, ACOPAGRO y ORO
VERDE funcionen quiera decir que se deba extrapolar. En el campo, hay más que
eso. Una gama muy diversa de intereses y perspectivas.
Ojalá
algún día todos los productores sean cooperativistas, por ahora todos quieren
ser competitivos y menos colaborativos entre sí. Por ahora, solo confían en sí
mismos y sus círculos familiares; por ahora sus intereses y las reglas que
respetan están en sus comunidades. Los entiendo, porque su experiencia se llama
fracaso y su lenguaje frustración a las diferentes políticas de estado, cuasi
experimentales, que los sigue hundiendo en la pobreza. Creo que hay aprender a
leer su realidad y escuchar atentamente lo que realmente quieren los hombres
del campo.
Siento
que hay un intento de modelizar el desarrollo de San Martín y creo que es otro
grave error. La región en muchos aspectos puede servir a otras de ejemplo en
desarrollo, pero no es precisamente en cooperativismo. Pues el cooperativismo,
no solo son resultados de volúmenes de comercialización y utilidades
comerciales; otro grave error al mirarlas y comparar sus logros. Mirada que
hace daño a las cooperativas emergentes.
Hay
esfuerzos decentes por sentar bases sólidas de cooperativismo pero nada
comparado todavía a los principios que la rigen.
No
somos una cultura cooperativista, pero si podemos serla si damos los pasos
adecuados y la promovemos de manera adecuada.
Los
diferentes niveles de gobierno y los proyectos deberían centrar su mirada en
las comunidades como un primer nivel de intervención, de aprendizaje, de
construcción de la asociatividad y el cooperativismo. Y como política, se
debería impulsar y promover todos los modelos organizativos que responda a los
diferentes intereses. Hay que dejar de jugar al cooperativista exportador, hay
que centrarse en producir bien, con tecnología, que el campo se vuelva
sostenible productivamente porque mercado hay para todo y todos.
En
buena cuenta que “Verde Amazónico”, llame al dialogo; las pausas no valen
porque el futuro del cacao se está armando con o sin los pequeños productores,
esa es la realidad. Hay que pensar menos en los fondos de los proyectos de
cooperación y actuar más como gremio. Se entiende que es difícil porque el
productor vive su día a día para sobrevivir a todo, este año está tocando
sobrevivir a las plagas y a un fenómeno del niño que amenaza. Razones
suficientes para estar organizados sean en comités comunales, asociaciones,
cooperativas, empresas individuales, sociedades anónimas, empresas mixtas, no
importa mucho. Lo que importa es que la organización que opta represente y
maneje los intereses de los productores de San Martín, el sector más grande.
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