El medio rural y campesino de la
región San Martín, sin duda se ha convertido en un destino interesante para los
inversionistas. Los cultivos de agro exportación como el café, cacao, palmito,
palma aceitera y otros gozan de un buen momento en el mercado. Esto hace que
mucha gente y empresarios inviertan en la agricultura. Ahora, en este medio
convergen campesinos, agricultores, medianos y algunos grandes empresarios. Hay
una nueva dinámica en el medio rural que se está consolidando. Una dinámica que
está haciendo crecer económicamente a todo buen productor sea grande o pequeño,
empresario o no.
Con mucho trabajo, los pequeños
productores están experimentado crecimiento y un cambio en sus economías
familiares gracias a los buenos precios en el mercado mundial de los
commodities. Según dicen los expertos, precios que se mantendrán en esa
tendencia por unos años más.
Por decirlo de una manera; los
productores están gozando de los privilegios de buenos precios del mercado
internacional por dos razones fundamentales. La primera porque los productores
organizados en cooperativas y asociaciones han conquistado el mercado. Se está
vendiendo de manera directa en el mercado mundial. Segundo, grandes empresas
acopiadoras y de transformación se han instalado en la región para comprar de
manera directa al productor. En campo el precio del producto está regulado por
la competencia.
Sin embargo, no todos están en
este circuito comercial. Solo el 25% de productores está organizado en una
asociación o cooperativa. La otra parte, no quiere, no está interesada en
organizarse por falta de conocimiento u oportunidad. Por el lado de las
empresas, el 80% de las compras son a intermediarios locales, la diferencia al
productor.
La región tiene interesantes
ejemplos de productores organizados en cooperativas, especialmente. Desde el
punto de vista económico, las cooperativas permiten sumar pequeñas economías
familiares de manera igualitaria hasta convertir a la organización en una gran
economía capaz de brindar servicios eficientes y distribuir sus remanentes de
manera equitativa. Desde lo social, se constituye en un tejido social dinámico,
inclusivo y reinvidicador. ¡Muy interesante!. Pero no todos los productores
quieren ser cooperativistas porque sus opciones están orientados al trabajo
personal o familiar. En otros casos por mala información. Los técnicos del
cooperativismo cometen el error de promoverla desde una perspectiva económica
que termina distorsionando el interés del productor.
Es un hecho, solo una parte de
los productores está interesado en ser miembro de una cooperativa. Claro que se
puede crecer un poco más con una adecuada promoción. Las nuevas organizaciones,
no todas podrán ser grandes y exitosas exportadoras como las cooperativas
ACOPAGRO u ORO VERDE pero podrían trabajar la especialización en la producción
que es el camino más cercano y viable. Tal vez también sea un buen momento para
pensar en modalidades empresariales de segundo nivel que puedan viabilizar una
plataforma de servicios para la exportación, usando la experiencia acumulada de
las cooperativas mencionadas.
Hay que promover otros modelos
empresariales que puedan interesar. Quizás a los productores que tienen más
recursos y trabajan de manera más personal, les interesa constituirse en empresas
individuales de responsabilidad. Los que trabajan de manera familiar, en sociedad
anónimas. A los de menores recursos en comités, asociaciones, empresas mixtas,
etc. Hay que desarrollar la diversidad empresarial en el campo. Necesitamos
campesinos y agricultores empresarios que sean capaces de sentarse en la misma
mesa de igual a igual para negociar con cualquier empresario o autoridad.
Necesitamos que la transformación que vive el campo sea protagonizado también por
los productores.
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