Por Groder Torres T.
Hace poco
tuviste una acalorada discusión con alguien sobre la coyuntura política nacional,
sobre las elecciones o la instalación del nuevo gobierno, durante y después te
sentiste frustrado, decepcionado, tonto, hasta tuviste rabia porque no pudiste
dejarte entender. A pesar que tus argumentos fueron sólidos, cayeron en vacíos,
tus argumentos fueron rebatidos con dichos, con mensajes cortos hasta con memes…tranquilo,
tranquilo acabas de ser víctima de una discusión sobre política nivel idiota.
Hice una pequeña investigación, y quiero compartirte algunos de mis hallazgos. Luego de leerme, quizás, la próxima vez cuando te planteen un tema sobre política termines por irte. No sería lo adecuado, pero a veces puede ser mejor. Espero te sirva para saber identificar si estas en medio de una discusión de este tipo, nivel idiota.
Primero, los
temas que se plantean y los datos que se usan como argumento son exagerados o
falsos. La desinformación puede ser difícil
de combatir porque tiene como objetivo bajarte la moral, hacerte creer ideas
nuevas, extremas. Tu interlocutor querrá influir en tu forma de pensar y tu
modo de ver la escena política. Buscará instalar una idea sobre la base de un
peligro latente. Por ejemplo, el terrorismo, comunismo en el nuevo gobierno y
el descalabro de la economía.
Segundo, los
fakes news (noticias falsas) son la fuente o la cita, que lamentablemente sino
eres cuidadoso no te darás cuenta. Según agenda pública, menciona que estas se
propagan rápidamente porque son congruentes con las creencias previas, los
prejuicios de las personas. Si estás en medio de una discusión de varias
personas, esa confirmación entre el prejuicio y la visión del usuario produce
placer cognitivo y deseo por compartir y comentar ese tipo de contenidos y
sentirse parte de un grupo y dejar fuera a otro. Por ejemplo, al decir que el
gobierno recién instalado es el culpable de la subida del dólar y la inflación.
También que debes arrepentirte y reconocer que te equivocaste por elegir al
actual gobierno y luchar para derrocarlo por la democracia.
A estas
alturas, no debería ser difícil combatir estas ideas, todo el mundo sabe que la
inflación es un fenómeno global provocado por la pandemia de la covid-19. Además,
el Perú tiene una de las inflaciones más bajas de la región. Dicho por
expertos, las posibilidades de instalar un gobierno comunista en el Perú son
mínimas. Más bien lo que fortalecerá la democracia es darle gobernabilidad a la
actual gestión.
Tercero, se repiten
las ideas, la misma retórica de los políticos sin comprender el trasfondo. A este
nivel el énfasis de la conversación estará en lo negativo en la descalificación
de las personas, incluso sin tener certezas. Las ideas son combatidas con
insultos. Por ejemplo, el clásico terruqueo, la demonización de las izquierdas
en el Perú. Decir que todas las izquierdas son terroristas, sería como decir
que toda la derecha es xenófobo, racista, conservador.
Entonces, ¿cómo
participar de una discusión política propositiva, ágil, empática y dialéctica sin
caer en el intento?
Según el diario
la Vanguardía, en su artículo “como hablar de política sin pelearse”, hace referencia
a una larga lista. Yo solo me referiré a 2 aspectos porque para nuestra cultura
son determinantes:
Primero, estar
bien informado, con fuentes certeras y confiables. En el Perú estamos
acostumbrados a repetir lo que se escucha, los memes son fuentes, solo nos
fijamos en los mensajes cortos. Combatir la desinformación puede ser muy
complicado porque con la presencia de las redes sociales y sus contenidos que
no son totalmente regulados, la desinformación abunda. El interlocutor tiene que
estar claro que la desinformación busca desestabilizar, distorsionar la
realidad. En ese contexto será bien complicado sostener un dialogo propositivo.
Pienso que para
combatir la desinformación se debe replantear aspectos jurídicos sobre el uso
de las redes sociales. ¿El gobierno debe hacerlo?, pienso que no. El ejecutivo
no debería tener influencia, debe ser una tarea de los administradores de
justicia. Aquí algunas preguntas para eso, ¿está bien que la idea de fraude
este circulando por las redes sociales?, ¿quién controla?, ¿jurídicamente es
correcto? ¿cuánto influye en la desestabilización de la democracia?
Existe un
antecedente sobre regulación de contenido político en los EEUU. Se acordarán
del twitt de D. Trump llamando a la insurgencia que a mi parecer fue correctamente
censurado porque los valores democráticos no son nada si la misma democracia está
en peligro.
Segundo,
discrepar con respeto. Estoy seguro que quisieras agarrar a trompadas a tu
interlocutor por lo faltoso de sus expresiones. Si no tienes paciencia, lo
mejor sería evadir el dialogo y conservar tu ánimo. Caso contrario un remedio
infalible es dejar hablar y escuchar. Cuando corresponda hablar, es mejor ser
directo, dialéctico, sobre la base de principios y conceptos, pero a su vez de
manera sencilla que puedan entenderte. Ejemplo de expresiones e insultos que te
pueden sacar de tu paciencia mediante etiquetas de moda, como, cojudigno,
corrupto, comunista, terrorista, chapa tu taper, etc.
En fin, con
este artículo no pretendo desalentar el dialogo y la discusión sobre política,
sino dejar unos pequeños aportes para saber identificar cuando estoy un momento
de construcción, de propositismo, cuando puede ser provechosa porque lo que más
necesitamos en nuestro país es justamente el dialogo, la concertación, la
articulación. Esto ayudará a fortalecer la democracia. Todos queremos vivir
cobijados de sus valores y principios.
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