Por Marco A. Saldaña Hidalgo
Inicia el mes de setiembre, en algunos casos agosto, y los padres de familia, cuyos hijos están por iniciar
su vida escolar en el nivel inicial o continuar la etapa en la primaria o secundaria, comienzan a preocuparse
por el lugar o la institución educativa donde matricular a su hijo o hija y así dar cumplimiento al derecho
humano fundamental de la educación.
Siguiendo la lógica, las instituciones educativas publican el cronograma de inscripciones para nuevos
ingresantes a sus aulas, precisando el número de vacantes disponibles. Pero entiéndase que se trata de un
primer paso, inscripción para una vacante. Pues luego viene el sorteo, y en algunos casos, implementan un
examen para declarar admisible al estudiante. Aunque esto es propio de las instituciones educativas con
mayor demanda.
Esta situación ocurre cada año, entonces se puede ver a muchos padres de familia haciendo largas colas en
el frontis de las instituciones educativas, en algunos casos amanecen para lograr ser los primeros y así
asegurar una vacante para los estudios de su hijo o hija. Cada año se aprecia una demanda educativa que va
en ascenso, pero, ¿realmente hay escasez de instituciones educativas de la Educación Básica Regular (EBR)
en Tarapoto?
La respuesta a esta pregunta nos permite revisar las estadísticas de instituciones educativas existentes en el
distrito de Tarapoto, obtenida del Ministerio de Educación, Censo Escolar 2016. En la Tabla 1, se puede
apreciar que en el distrito de Tarapoto existen 97 instituciones educativas, de los cuales 42 corresponden al
nivel inicial, 34 al nivel primario y 21 al nivel secundario. Asimismo, por el tipo de gestión, se puede
observar que la mayoría son públicas (62); sin embargo, la gestión privada es también representativa (36%).
Ahora veamos cuál es el comportamiento a nivel de la cobertura, para ello revisamos las matrículas en el
año 2016, obtenida del Ministerio de Educación, Censo Escolar 2016. En la Tabla 2, tenemos datos
correspondientes al distrito de Tarapoto, donde se observa que hay 22 550 matriculados en EBR, de los
cuales, 5 053 en el nivel inicial; 9 938 en primaria y 7 559 en secundaria. Asimismo, por el tipo de gestión,
18 249 están matriculados en colegios públicos y 4 301 en colegios privados.
Si analizamos la correlación existente entre el número de instituciones educativas y la cantidad de escolares
matriculados en el período 2016, mediante una sencilla operación matemática se obtiene que, en general, a
cada institución educativa le correspondiera 232.5 estudiantes; si esto lo aplicamos por niveles educativos,
el promedio de estudiantes por escuela sería: 120.3 alumnos en el nivel inicial; 292.3 en primaria; y 360 en
secundaria. Si en cada I.E. funcionan dos secciones por año o grado, entonces los topes máximos serían 20
alumnos por aula en el nivel inicial, 25 alumnos por grado en el nivel primario y 30 alumnos por sección
en el nivel secundario.
Pero, ¿qué ocurre en la práctica? En realidad, pocas instituciones educativas concentran la mayor cantidad
de alumnos, en el caso del Nivel Inicial, de los 30 jardines de infancia de gestión pública existentes en
Tarapoto, siete albergan 1974 niños, lo que representa el 50,76% de la población escolar, en el siguiente
orden: I.E.I. N° 326 Divino Niño Jesús (381 niños), I.E.I. N° 303 (349 niños), I.E.I. N° 315 (314 niños),
I.E.I. N° 330 (254 niños), I.E.I. N° 168 (235 niños), I.E.I. N° 301 (231 niños) y I.E.I. N° 327 (210 niños ). En el caso del Nivel Primario, de las veinte escuelas públicas que existen en Tarapoto, seis suman 4430
estudiantes, lo que representa el 54,21% de la población escolar; el orden es el siguiente: I.E. Jiménez
Pimentel (1066 estudiantes), I.E. Aplicación 0620 (824 estudiantes), I.E. N° 0018 (731 estudiantes), I.E.
José Enrique Celis Bardales (654 estudiantes), I.E. José Antonio Ramírez Arévalo – JARA (632
estudiantes) y I.E. Juan Miguel Pérez Rengifo (523 estudiantes). Con respecto al Nivel Secundario, de los
doce colegios públicos existentes, sólo tres concentran 3633 estudiantes, lo que representa el 58, 70% de la
población estudiantil, estos son: I.E. Santa Rosa (1307 alumnos), I.E. Ofelia Velásquez (1230 alumnos) y
I.E. Juan Jiménez Pimentel (1096 alumnos).
Si existen suficientes II.EE en el distrito de Tarapoto ¿a qué se deben las largas colas para conseguir una
vacante? Todo padre de familia busca lo mejor para su hijo, quiere darle la mejor oportunidad con el fin
de verlo realizado, bien sea por la continuidad de su éxito o la realización de un sueño postergado. En esta
tarea, la educación de los hijos entra en primer orden; he ahí una primera explicación, la concentración se
da en pocas instituciones educativas al que se considera “buena”; este calificativo por lo general se atribuye
a las instituciones que disponen de buena infraestructura, equipamiento educativo (sala de cómputo,
conexión a internet, laboratorios de inglés), plana docente y la trayectoria institucional; en algunos casos,
juega un papel importante la tradición; es decir, yo estudié en tal o cual colegio, por tanto mi(s) hijo(s)
tienen que estudiar ahí.
Lo anterior nos fuerza a formular la siguiente pregunta ¿pocas escuelas en Tarapoto imparten una educación
de buena calidad? Si esto es verdad, ¿Qué hacer con las instituciones educativas que no tienen el cliché de
“buena”? o ¿hay otros factores? Cualesquiera que fuera la razón, en las siguientes líneas ensayo algunas
propuestas.
Una primera sería fortalecer las instituciones educativas públicas que existentes en la ciudad de Tarapoto
para garantizar una adecuada provisión del servicio. Esto es, dotarles de buena infraestructura,
equipamiento adecuado, capacitación docente y directivos; además, de acompañamiento y monitoreo
pedagógico permanente. Tarea de gestión que le corresponde a las autoridades educativas, no sólo mirar a
las que tienen relativo éxito, sino a todas.
Segundo, sensibilizar a los padres de familia a priorizar la matrícula de sus hijos en la institución educativa
de su comunidad, barrio y/o urbanización, confiar en la calidad del servicio educativo que brindan. Y
comprometerse con la mejora continua, participando en los espacios de planificación, concertación y de
vigilancia por una educación de calidad.
Tercero, los docentes, liderados por los directores de las II.EE, deben hacer un compromiso por posicionar
a su escuela dentro de su ámbito; en convertirlo en líder y aprovechando los diferentes concurso como
“buenas prácticas docentes”, “el maestro que deja huellas” o los promovidos por el FONDEP implementar
innovaciones educativas y pedagógicas, sobre la base de la investigación acción-participante, implementar
propuestas para generar cambios que se traducen en mejores logros en los aprendizajes de los estudiantes.
Cuarto, en el marco del enfoque territorial y la articulación intersectorial e intergubernamental, los
gobiernos locales, como promotores del desarrollo local, deben liderar el cambio educativo, generando
condiciones favorables para una educación de calidad.
Si fortalecemos el servicio que brindan las escuelas del distrito de Tarapoto, entonces, habría escuelas
suficientes y de buena calidad para cada niño, niña y/o adolescente, y padres comprometidos con acompañar
a sus hijos en el proceso educativo, sin necesidad de colas y amanecidas.
0 comentarios:
Publicar un comentario