Por: Marco Antonio Saldaña H.
En la semana que pasó he visitado las comunidades de Buenos Aires, Buena Vista, Flor del Oriente y Tierra Palestina. Estas comunidades pertenecen al distrito de San Martín Alao, provincia El Dorado y región San Martín. Las visitas se han desarrollado para dialogar con los socios de los comités sectoriales, bases de la Cooperativa Agraria y de Servicios El Dorado y fortalecer el vínculo y la identidad con la organización cooperativa. Me acompañaron en este periplo Yoner Fasabi, Presidente del Consejo de Administración, Winston Schrader, Extensionista Rural y Pier, Cooperante de Volens en Bolivia.
Las comunidades tienen un lindo panorama por eso quizá los nombres que llevan. Y uno puede disfrutar del bosque y de los riachuelos que se deslizan haciendo un suave ruido al chocar contra las piedras, del frío y de una suave brisa, de la acogida y la amabilidad de los comuneros. Sin embargo, preocupa que a lo lejos se puedan distinguir agujeros continuos de bosques deforestados; pero apreciamos la voluntad de los pobladores que quieren participar decididamente en la protección del medio ambiente y sobretodo cuidar los bosques de las cuencas y laderas de los ríos. Asimismo están comprometidos en la reforestación de sus fincas con especies nativas.
Los pobladores de esas comunidades se dedican a la caficultura. Algunos trabajan de forma organizada y están asociados a la Cooperativa El Dorado. Otros, trabajan de manera individual, pero están a la expectativa de que algo bueno ocurra con la cooperativa para asociarse.
Hay trochas carrozables que conducen a esas zonas, pero están en mal estado y solo se puede llegar a pie. Aunque eso no es problema, pues caminar hace mucho bien. Sin embargo, en tiempos de cosecha impide el traslado de la producción y algunos transportistas que llegan a la zona cobran fletes altos, reduciendo así los márgenes de ganancia para el productor y direccionando el acopio a empresas intermediarias que compiten en precio con la cooperativa.
En las 4 comunidades solo hay escuelas primarias unidocentes multigrado, a excepción de Buena Vista, y no hay ni siquiera el PRONEI para atender a los niños menores a 6 años. En Buenos Aires, la escuela ha incorporado entre sus actividades el manejo de una finca de café. Los niños la cuidan y participan de la cosecha; la producción es vendida a un acopiador de la comunidad y la ganancia obtenida la utilizan para cubrir las necesidades de la escuela, lo cual supone una ayuda a la cuota de S/. 10.00 fijada por la APAFA.
Solo en Buena Vista hay una posta de salud, con 02 profesionales que brindan servicios de primeros auxilios.
Pocas familias piensan en la seguridad alimentaria y no solo cuidan sus fincas de café sino que también se preocupan por criar sus gallinas, cuyes, cerdos y sembrar plátano, arroz, frejol y yuca para autoconsumo, “yo sólo compro en la bodega sal, azúcar, fideo, después todo lo demás lo tengo en mi chacra”, comenta el Sr. Miguel Irigoin. Sin embargo, la mayoría no desarrolla esta práctica y prefiere comprar en la bodega todo lo que consume.
Todos están enterados de lo ocurrido en Bagua a través de las señales de radio que llegan hasta esos lugares. Me interesaba saber lo que piensan al respecto, por eso me atreví a soltar la pregunta, ¿qué piensan ustedes del hecho? y casi en coro respondieron “Estamos indignados con la actitud del gobierno y nosotros estamos con los nativos, porque somos del campo”. “Imagínate, _ prosigue uno de ellos_ que un día a nosotros nos digan que aquí en Alto Alao se han descubierto petróleo y por tanto todos deben abandonar sus tierras para facilitar la explotación. Desde luego que defenderíamos nuestras tierras porque vivimos de ella”… más aún si la decisión no fuera consultada.
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