LA MAGIA DE LA KODAK
Por: Groder Torres
Cuando era niña muchas veces soñé que la gente me aclamaba, nunca comprendí, hasta que una cámara fotográfica sacó mi sueño de la noche a la realidad y me ha permitido hacer feliz a mucha gente y ser feliz yo.
En cualquier evento hay dos momentos importantes: primero cuando se presentan el show y segundo cuando los actores posan felices para ser fotografiados. Hay un personaje ovacionado o felicitado y una fotógrafa aclamada.
Siempre sentí la fascinación por una imagen fotográfica porque es como capturar el tiempo, los sentimientos y las emociones. Es que con una foto se detiene a la realidad en el presente y se hace eterno. El presente deja de ser una transición entre el pasado y el futuro para quedarse en una constante que ayuda a ver en retrospectiva la vida. Esto ha sido comprobado cuando la novia de mi sobrino al enterarse que tenía una amante, enfurecida, se puso a rascar y a romper por la mitad sus fotos de pareja.
Mi kodak tiene magia porque ha producido felicidad en presencia de los seres menos imaginables. Desde el obispo Venancio, que nunca dejaba que fotografíen en su iglesia mientras dirigía la misa, hasta el señor Jorge Lozano B. que creía que todo el que aparece junto a él en la foto tiene el deber de pagar por ella.
Para el obispo Venancio tomarle una foto mientras bautizaba o comulgaba era como una herejía que merecía la hoguera. Esto era redimido cuando yo le apuntaba y le disparaba el flash. Mi encanto de fotógrafa y el hechizo de la kodak han hecho que registre el bautismo, la comunión y la confirmación de varios jóvenes nada menos que por el obispo de la prelatura de Moyobamba, en la única oportunidad que estuvo en Cuñumbuque.
Y el señor Jorge Lozano B. que tuvo la intención de cobrar a cada una de las personas que aparecían en las fotos que fueron tomadas a su nieta en el cumpleaños. Cuando se dio cuenta que esto no era posible quiso que en las fotos sólo apareciera su nieta, en esos tiempos tanta magia no se podía hacer después de reveladas las fotos. Al final tuvo que aceptar que el paso a la inmortalidad de su nieta se debía exactamente al hecho demostrable que había compartido su vida junto a otros seres.
Las fotos tomadas por mi kodak también han caído con el lado oscuro y malo de la vida. Decenas de fotos han albergado al ocultismo y a las intenciones desnaturalizadas. Gentes con sed de venganza han usado la brujería para dañar física, espiritual y moralmente a otros. Novias con amores obsesivos han tratado de adormecer el espíritu de sus novios y retener sus presencias. Fotos que han servido para componer hechizos y brujerías junto a imágenes de santos, alfileres, agujas y pertenencias de las víctimas armados en pequeños paquetes y enterradas en cementerios y luego pedidos en oraciones a seres mágicos para favorecer a los victimarios. Pero los orígenes felices y bien intencionados de las fotos han sido superiores al resto que no ha dejado que la maldad domine sobre las leyes naturales. No se rumorea que alguien en estos años haya muerto por causas de brujerías o capturado en amores sin dejar de ser feliz.
Yo, Mirtha Trigozo A. fotográfa, afirmo que una cámara tiene el poder para hacer feliz a la gente. Tiene la fuerza para superar el olvido y mantener vivo las emociones y sentimientos. La magia suficiente para transmitir felicidad, tristeza, olvido, amor, pecado, odio y fascinar a niños y adultos por eso creo que una foto puede detener el tiempo, por lo menos en nuestros corazones…CONTINUARÁ.
En cualquier evento hay dos momentos importantes: primero cuando se presentan el show y segundo cuando los actores posan felices para ser fotografiados. Hay un personaje ovacionado o felicitado y una fotógrafa aclamada.
Siempre sentí la fascinación por una imagen fotográfica porque es como capturar el tiempo, los sentimientos y las emociones. Es que con una foto se detiene a la realidad en el presente y se hace eterno. El presente deja de ser una transición entre el pasado y el futuro para quedarse en una constante que ayuda a ver en retrospectiva la vida. Esto ha sido comprobado cuando la novia de mi sobrino al enterarse que tenía una amante, enfurecida, se puso a rascar y a romper por la mitad sus fotos de pareja.
Mi kodak tiene magia porque ha producido felicidad en presencia de los seres menos imaginables. Desde el obispo Venancio, que nunca dejaba que fotografíen en su iglesia mientras dirigía la misa, hasta el señor Jorge Lozano B. que creía que todo el que aparece junto a él en la foto tiene el deber de pagar por ella.
Para el obispo Venancio tomarle una foto mientras bautizaba o comulgaba era como una herejía que merecía la hoguera. Esto era redimido cuando yo le apuntaba y le disparaba el flash. Mi encanto de fotógrafa y el hechizo de la kodak han hecho que registre el bautismo, la comunión y la confirmación de varios jóvenes nada menos que por el obispo de la prelatura de Moyobamba, en la única oportunidad que estuvo en Cuñumbuque.
Y el señor Jorge Lozano B. que tuvo la intención de cobrar a cada una de las personas que aparecían en las fotos que fueron tomadas a su nieta en el cumpleaños. Cuando se dio cuenta que esto no era posible quiso que en las fotos sólo apareciera su nieta, en esos tiempos tanta magia no se podía hacer después de reveladas las fotos. Al final tuvo que aceptar que el paso a la inmortalidad de su nieta se debía exactamente al hecho demostrable que había compartido su vida junto a otros seres.
Las fotos tomadas por mi kodak también han caído con el lado oscuro y malo de la vida. Decenas de fotos han albergado al ocultismo y a las intenciones desnaturalizadas. Gentes con sed de venganza han usado la brujería para dañar física, espiritual y moralmente a otros. Novias con amores obsesivos han tratado de adormecer el espíritu de sus novios y retener sus presencias. Fotos que han servido para componer hechizos y brujerías junto a imágenes de santos, alfileres, agujas y pertenencias de las víctimas armados en pequeños paquetes y enterradas en cementerios y luego pedidos en oraciones a seres mágicos para favorecer a los victimarios. Pero los orígenes felices y bien intencionados de las fotos han sido superiores al resto que no ha dejado que la maldad domine sobre las leyes naturales. No se rumorea que alguien en estos años haya muerto por causas de brujerías o capturado en amores sin dejar de ser feliz.
Yo, Mirtha Trigozo A. fotográfa, afirmo que una cámara tiene el poder para hacer feliz a la gente. Tiene la fuerza para superar el olvido y mantener vivo las emociones y sentimientos. La magia suficiente para transmitir felicidad, tristeza, olvido, amor, pecado, odio y fascinar a niños y adultos por eso creo que una foto puede detener el tiempo, por lo menos en nuestros corazones…CONTINUARÁ.
4 comentarios:
Hola, un gusto saber que hay jóvenes como tu, que todavía creen que escribir tiene mucha magia. Que emoción la cámara de tu mami. Jajaja, también soy un fanático de la fotografía, con la diminuta excepción de no contar en mi haber a personajes tan importantes!!! Abrazos. Ah, pensé que el Obispo Venancio, era un cuento del cura, jajaja.
Tenemos mucho en comun, la aficion por la fotografia, por la escritura y por "un paseo por las nubes"
Excelente escrito; asi es, la fotografia es magica. Nos permite volver a vivir. (Sono a anuncio de Kodak)
Gracias por visitarme y por aqui te estare leyendo.
Saludos.
broer increible tu blog.. ya me hice seguidor.. visita mi pagina y hazte seguidor tambien :D
estaremos en contacto
www.depor-peru.blogspot.com
Es muy lindo esto de los cuentos me encanta el arte de contar
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