La Pesca del Narco (Final)
Por Groder Torres T.
Por Groder Torres T.
Era lunes 5:00 am, mi padre
acababa de regresar de la fiesta y nos levantó a todos de la cama para regresar
a Bosalao. Con mucho sueño y pereza iniciamos el camino de retorno. Tenía que
ser temprano porque el ordeño de las vacas empezaba a más tardar 5:30 am. Luego
la leche se convertía en queso y este era vendido en Cuñumbuque a unas señoras
que se dedicaban a su comercialización en la ciudad de Tarapoto. Estos quesos
hasta ahora son bien conocidos en el mercado por su forma de preparación y
sabor.
En horas de la tarde, mi tío
Germán llega presuroso a nuestra casa a buscar a mi papá. Se notaba algo
nervioso, yo era demasiado joven para participar de una reunión de adultos así
que llevo a mi padre por un lado, en la huerta de la casa. Conversaron un
momento y luego salió para su casa. No tardo ni cinco minutos y paso por la
carretera con dirección al establo de vacas acompañado de dos señores. Entonces
pude reconocer que uno de ellos era Ricardo, el tipo que el sábado anterior se
había fotografiado con mi mamá. El otro señor era una persona conocida, su
nombre era Cronwell, tenía su fundo por esa zona, hasta ese momento no sabía lo
que hacía ahí.
Ricardo al pasar caminando por la
carretera, frente a nuestra casa, yo estaba sentado en el patio en una silla
azul y pude ver lo “pituco” que estaba, llevaba un polo negro y blue jeans
clásico ceñido a su cuerpo. En sus muñecas, en una llevaba un reloj lujoso y en
la otra una muñequera de color verde fosforescente tipo de tenista. Sus zapatos
ni que decir, de cuero. Cubría sus ojos con unos lentes RayBan y un gorro negro
plano de algodón.
Mi padre luego salió raudo detrás
de ellos y llevaba en su cintura escondido su revolver que meses antes había
comprado en un inusual negocio. Pero antes de irse comento con mi mamá lo
siguiente: “ese señor dice que es
comandante del MRTA parece que quiere que le preste mi arma”…mi mamá respondió:
“el hombre que va ahí es a quien tomé fotos el sábado pasado, todos decían en
Pampa Hermosa que es Narco y no terruco…que raro”. Con eso mi padre se fue al
establo en donde ellos conversaban. Luego, nos contó que Ricardo afirmó que
pertenecía al MRTA y era comandante de la zona Norte de la región y que
necesitaba armas para una incursión. Le informo que al terminar su misión
regresaría para devolverle el arma. A lo cual mi mamá comento: “Creo que ese
hombre no te devolverá y de esa manera habrás perdido tu arma y también la vaca
que pagaste por ella”. Con ese comentario mi padre se molestó un poco y salió
con dirección a la casa de mi tío German para seguir conversando. Los
visitantes al tener el arma en mano regresaron presurosos con dirección a
Cuñumbuque en la misma moto que había llegado.
Al día siguiente, martes por la
mañana, mi papá estaba preocupado porque la gente que había contratado para
realizar la cosecha de maíz no llegaba. Los que iban a trabajar eran de Pampa
Hermosa y nose presentaba ninguno. Muy avanzada la mañana llego Roberto pero para
decir que toda la semana no trabajaran porque en el pueblo hubo pesca. Todos
nos quedamos sorprendidos: ¿Pesca? Nos preguntamos. ¡Sí!, exclamo Roberto. “Yo
pesque 1,200 dólares” asevero. Es cuando mi padre que no entendía nada le pidió
que le cuente de qué se trataba.
Y Roberto nos comentó lo
siguiente: Ricardo el día lunes por la mañana, antes de ir a solicitar el arma
a mi padre, se dirigió a la casa de don Felipe bajo los efectos del alcohol y
drogas porque estaba bebiendo desde hace una semana sin parar, esta vez bebían
en una chingana y siempre con un grupo de pobladores que le seguían a todos
lados para beber con él. El objetivo de
ir a la casa de don Felipe era para pedir la mano en matrimonio de una de sus
hijas. La muchacha que era todavía muy jovencita y no conocía mucho a Ricardo,
se negó. Es cuando Ricardo que llevaba consigo su maletín James Bond lleno de
billetes de Dólares le ofreció como regalo a cambio de casarse con él. Con eso
se asustó más y su padre, don Felipe, tuvo que interceder para pedirle que se
retire porque estaba asustando a su familia. Es cuando Ricardo a sangre fría
asesina al padre de la muchacha de cinco certeros balazos con un revolver que
llevaba dentro del mismo maletín; y cuando se disponía a percutar la sexta
bala, para asesinar a la chica, el arma se traba. En ese momento parece tomar
conciencia de lo que había hecho y sale corriendo con maletín en mano calles
abajo de la comunidad para dirigirse hacia el río. En ese momento solo había
unas señoras que estaban lavando ropas. Ricardo llega corriendo como desubicado
y se mete hasta mojarse los pantalones, abre el maletín lleno de dólares y la
tira al río. Las señoras al ver la escena salen presurosas del agua; los
dólares en el agua al principio flotan pero metros más allá se van hundiendo
ante la mirada atónita de la gente de iba llegando para curiosear.
Durante los primeros instantes la
gente solo mira pero un minuto después la gente se alborota y corren por la
orilla siguiendo a los dólares los mismos que se van hundiendo en las
correntosas aguas. Algunas personas se van metiendo a recogerlos, otros por la
orilla siguen corriendo aguas abajo para esperar y pescarlos. Pronto aparecen
más personas con pequeñas redes de pescar para atrapar los dólares. En los
pozos profundos algunos se ponen a bucear; las mujeres y niños en las partes
bajas del río meten sus manos por debajo de las piedras y los dólares van
siendo recogidos, billete por billete.
Los billetes luego de ser pescado
son puestos en las orillas sobre las piedras para secarse al sol. Mientras
regresan a seguir buscando más.
Pero la gente aún sigue llegando y al ver los dólares
secándose en las piedras para algunos les resulta más fácil cogerlos mientras
sus pescadores buscan. La pesca dura al menos 2 días seguidos. Las personas que
se enteraron horas después, muchos siguen encontrando dólares debajo de las
piedras.
En el pueblo la gente está feliz,
ahora también beben cerveza a montones.
Ante estos hechos Ricardo, se
refugia en la casa de uno de sus ocasionales amigos de la comunidad para
descansar unas horas. En la tarde, con más serenidad pregunta si alguien en la
comunidad posee un arma, la que tenía la perdió en el río. Le responden que nadie
tiene en la comunidad, pero le informan que mi padre tiene y que vive en el
sector bosalao. Le explican la forma de llegar, al notar que está a cierta
distancia pregunta por alguna motocicleta en la cual podría ir. Para mala
suerte en ese preciso instante es cuando pasa cerca de allí Cromwell en su
motocicleta marca Honda CB 125 cc, recién adquirida de la tienda. Cromwell
había ido a Pampa Hermosa a pasear a una amante que tenía en la comunidad. Es
cuando Ricardo se le acerca y se presenta como miembro del MRTA y le dice que
necesita su colaboración porque se encuentra en misión.
Ni corto ni perezoso tuvo que
aceptar llevarlo en su moto, entonces es la tarde cuando llegan hasta el fundo a
pedir la pistola a mi padre para lo cual también utilizaron a mi tío porque creyeron
que se trataba de un militante del grupo terrorista.
Luego de contar con detalle lo
acontecido en la comunidad de Pampa Hermosa, Roberto se marcha de regreso. Sin
embargo, minutos después llega la esposa de Cromwell preocupada para pedir
ayuda porque este había sido secuestrado por Ricardo, usando el arma prestado
por mi padre. Lo curioso es que el arma había sido prestada sin balas.
Ricardo de pasajero en la
motocicleta secuestra a nuestro vecino Cromwell y se dirigen con rumbo a la
ciudad de Moyobamba. Al llegar a los controles del ejercito acantonados en el
puente de Cuñumbuque, puente de Shanao y carretera a Tabalosos, Ricardo con
mucha naturalidad pregunta por el jefe de ellos, entra en su despacho deja un
fallo de billetes y sigue su rumbo.
Mi mamá que conoce a Ricardo y
tiene muchas fotos de él, decide ayudar a la esposa de Cromwell y se dirigen a
Cuñumbuque. El pueblo estaba movido, varios helicópteros han aterrizado en el
campo de futbol en donde acababa de llegar un pelotón de “Sinchis”, fuerzas
especiales contra terrorismo de la Policía Nacional y la Marina de Guerra. Denuncian
a Ricardo como terrorista y presentan las fotos para su identificación. Estas
fotos son repartidas por telefax a los pelotones que se encuentran repartidos
en toda la zona del Alto Mayo, pues habían aterrizado hace horas para
fortalecer la seguridad de las principales ciudades, perseguir y acorralar a
los terroristas que habían intentado tomar la ciudad de Moyobamba en días
anteriores.
Ricardo y Cromwell viajan en la
pequeña moto por la carretera Marginal, Ricardo de vez en cuando pone el arma sin
balas en las costillas de Cromwell para amenazarlo para que no haga nada que
pudiera delatarlo; después de varias horas llegan a Moyobamba, se detienen en
el control militar que está en la entrada de la ciudad. En este control son los
“Sinchis” quienes vigilan. La seguridad es fuerte porque buscan a los
terroristas. A ambos un oficial les pide
que se identifiquen, revisan sus antecedentes, revisa en su base de datos y se
encuentra con la foto que minutos antes había sido faxeado. Ricardo es detenido
y Cromwell al fin puede delatarlo después de permanecer secuestrado por varias
horas.
Es tarde, el sol está ocultándose
y Cromwell inicia el viaje de regreso en su moto a Cuñumbuque y Ricardo es
subido a un helicóptero, es tomado por terrorista.
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